El zorro confesor

Este zorro se había pasado toda la noche corriendo por el bosque, con el estómago lleno (pero lleno de hambre nomás, porque no había comido nada). Al amanecer llegó a una aldea. Rapidito se metió al patio de un granjero y luego, fum, se trepó el gallinero.

"Mmm...gallinas", pensaba el zorro. Quería escoger a la más gordita. Ya estaba por saltar a trapar una cuando, kikirikiiiiii, el gallo se despertó y cantó. Había amanecido.
-¡Van a descubrirme!- dijo el zorro, asustado. Y por el susto, play se cayó. ¡Au! Dicen que el zorro estuvo tres semanas con fiebre, antes de recuperarse de aquel terreble accidente.
Un día, al gallo se le ocurrió dar un paseo por el bosque. Quería tomar aire fresco. El zorro, que lo había estado acechando, fum, se le tiró encima. Pero el gallo, juás, voló hacia un árbol.
¿Y ahora? ¿Cómo haría para bajar el gallo? El zorro estuvo pensando un momento. Allá arriba, el gallo no le hacia ni caso.


Entonces el zorro habló:
-Deseo tu bien, gallo-dijo-. Pero me he enterado de que le has estado gritando a tus gallinas, y hasta ahora no te has confesado.
Ven aquí, arrepiéntete y te liberaré de tus pecados.
El gallo, muy ingenuo, bajo de rama en rama hasta que, ajá, el zorro lo tuvo entre sus garras.
-¡Ahora verás lo que es bueno!-le dijo-. Recordarás aquella vez en que trepé hasta tu gallinero para comerme a una insignificante gallinita. Pues bien: tú te pusiste a gritar y despertaste a todo el mundo y, por tu culpa, yo me caí.

"Este zorro no es ningún confesor", pensó el gallo. "Debo idear algo para salir de este grave problema",
-¡Ay, zorro!-dijo-, ¡qué palabras tan dulces! ¿Sabes qué? Nuestro rey dará dentro de un poco un banquete. Voy aprovechar para decirle que te ponga a cargo de los preparativos... así tú y yo podremos comer cuanto queramos: ¡imagina cuántas gallinas, cuantos cerdos, cuanto queso y cuántas frutas comeremos!

Al zorro, claro, se le hizo agua la boca. Soltó al gallo para limpiarse la baba y, juás, de nuevo el gallo voló hacia lo alto del árbol.
Hay quienes dicen (pero yo no les creo) que hasta ahora están allí, cada uno tratando de inventar una mejor forma de burlar al otro.

Cuento Búlgaro

No hay comentarios

Descubriendo Fantasías. Con la tecnología de Blogger.